Se acercan las fiestas fin de año y en el horizonte aparecen fiestas, cenas, comidas y algún que otro exceso, ¿verdad? Pero, ¿sufre nuestra salud bucodental en Navidad? La realidad es que, si nos descuidamos o si no prestamos atención, podemos ser víctimas de algún que otro problema serio. Así que lo mejor de todo será estar preparados.
Si nos paramos a pensar, hay ciertas épocas del año en las que nos relajamos un poco en lo que respecta a nuestra higiene Ya os hablamos en su momento de los riesgos que corre nuestra salud bucodental en verano cuando pasamos largas jornadas fuera de casa y quizá no nos cepillamos tanto los dientes como deberíamos.
En Navidad, pese al frío, pasa algo parecido. Quedamos con amigos que hace tiempo que no vemos. También con familiares. Celebramos comidas o cenas con compañeros de trabajo. Después está Nochebuena, Navidad o Nochevieja. A todo ello, hay que sumar las comidas (mucho más copiosas y grasientas), el alcohol, los turrones, los dulces…
Piénsalo, hay ciertos factores que pueden atacar nuestra salud bucodental en Navidad. A saber:
- Dulces: consumimos muchos más de los habituales. Desde turrones hasta mazapanes. En su elaboración se encuentra siempre presente el azúcar en altas cantidades, lo que puede provocar caries y sensibilidad dental.
- Turrones: Además del azúcar, los turrones duros pueden poner en riesgo nuestras piezas dentales, nuestros brackets o nuestras dentaduras postizas.
- Alcohol y cafeína: Pueden manchar nuestra sonrisa, producir manchas e, incluso, mal aliento.
- Mariscos: También abusamos de ellos en estas fechas y es otro riesgo para la salud bucodental en Navidad. Algunos son muy duros y pueden dañarnos al morderlos.
Pero, sin lugar a dudas, una de las principales amenazas a la que tendremos que hacer frente es al hecho de relajarnos en nuestra higiene diaria. Tenemos días libres, los horarios se relajan y, en consecuencia, también nuestras rutinas. En muchas ocasiones salimos sin un cepillo de casa y eso nos obliga a saltarnos uno o varios cepillados. Y cuando lo hacemos es rápido y a toda prisa.
Este hecho nos pone en peligro, como puedes imaginar. Según todas las estadísticas, la mayor parte de las caries diagnosticadas tienen lugar en los primeros meses del año. Sin duda, la Navidad tiene una enorme influencia en ello. Además de este inconveniente, otros problemas que pueden agravarse durante estas fechas son el dolor y sensibilidad dental, o problemas de inflamación de encías.
Para evitar todas estas situaciones que afecten a nuestra salud bucodental en Navidad, lo ideal será ponernos en manos de un profesional cualificado. Pasar revisiones periódicas es la mejor fórmula para anticiparnos a cualquier inconveniente.