En entradas anteriores del blog, comentamos cómo los implantes dentales permiten recuperar piezas dentales perdidas. También repasamos los cuidados que hay que procurarles para que nos duren muchos años en perfecto estado. En esta entrada vamos a ver qué hacer para garantizar el éxito del tratamiento.
Podríamos decir que los implantes dentales son una especie de raíz artificial que hace las veces del diente natural. Sobre el implante se coloca una corona o un puente dental. Antes de proceder hay que comprobar el estado del hueso maxilar para cerciorarse de que el paciente es apto para el tratamiento. En algunos casos no se podrá proceder con el tratamiento. Por ejemplo, ante deficiencias óseas, enfermedades periodontales, caries, tratamientos oncológicos, enfermedades inflamatorias o infecciosas.
Para la inserción del implante se procede con una cirugía. Tras un tiempo perceptivo de cicatrización se coloca definitivamente la corona. Los implantes dentales tienen un porcentaje de éxito de más del 95%.
Factores que influyen en el éxito de los implantes dentales
- Higiene bucodental: evita el desarrollo de enfermedades periodontales que pueden afectar al implante (periimplantitis).
- Adecuada osteointegración: es el proceso de unión del implante con el hueso. Es importante que el procedimiento lo realice un odontólogo especializado y con experiencia en el campo de la implantología. El implante se inserta en el hueso con una carga o fuerza determinada para que el proceso se produzca de modo natural.
- Tabaquismo: puede afectar al proceso de osteointegración y aumentar las probabilidades de que haya complicaciones.
- Revisiones periódicas: el mantenimiento tanto del implante como de la corona es fundamental para el éxito a largo plazo del tratamiento.
Por lo general, los implantes dentales tienen una vida media de entre 15 a 25 años. Siempre y cuando se le procure un mantenimiento adecuado y el paciente se someta a revisiones dentales al menos dos veces al año.
Si la higiene es deficiente, las bacterias se acumulan en la superficie del implante derivando en un cuadro de mucositis, inflamación de la membrana mucosa que rodea al implante. Si no se interviene puede aparecer un problema de periimplantitis.
Antes de colocar los implantes dentales, hay que proceder con un escáner dental para determinar la calidad y cantidad de hueso que va a albergar el implante. Antes de proceder a la colocación del implante hay que curar las enfermedades periodontales que se puedan padecer. Se analizan también los tejidos blandos. Hay procedimientos para aumentar el tejido óseo. También para aumentar los tejidos blandos recurriendo a un injerto de encía por ejemplo.
En definitiva, según nos recuerdan desde la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, si se cumple con las revisiones y se mantienen unos correctos hábitos de prevención e higiene, el implante puede durar muchos años.